Guia para una buena Confesion

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GUIA PARA UNA BUENA CONFESIÓN

¿Qué es el Sacramento de la Confesión o Penitencia?  

El Sacramento de la Penitencia es el que perdona los pecados cometidos  después  del  Bautismo  y  la  pena  eterna  merecida por el pecado mortal, nos reconcilia con Dios y con la Iglesia, da paz y serenidad a la conciencia, y anticipa el juicio del fin de nuestra vida terrena.  

Se  le  denomina  sacramento  de  la  confesión  porque  la declaración o manifestación, -la confesión de los pecados ante el sacerdote-, es un elemento esencial de este sacramento.  

También se le denomina sacramento del perdón porque, por la absolución  sacramental  del  sacerdote  Dios  concede  al penitente el perdón y la paz. (Catecismo de la Iglesia Católica N°10424).


¿Cómo instituyó Cristo la Penitencia?  

Cristo instituyó el sacramento de la Reconciliación cuando dijo a  los  apóstoles:  "Reciban  el  Espíritu  Santo.  A  quienes perdonen los pecados, les serán perdonados" (Jn. 20, 23-24)  

El perdón de los pecados forma parte importante del ministerio de Jesús.  

Él  anuncia  el  perdón,  llama  a  la  conversión  y  acoge  a  los pecadores (Lc. 15, 1), y perdona los pecados con la autoridad de Dios (Mc. 2, 7), y otras veces a la curación física acompaña el  perdón  de  los  pecados  como  curación  espiritual  (Mt.  9,  1).

También da a Pedro, como su representante en la Iglesia, el poder de actuar en su nombre: atar y desatar (Mt. 16, 19), y también a la Iglesia en su conjunto a través de sus ministros (Mt. 18, 18).   

¿Qué es pecar?

Pecar  es  desobedecer  a  Dios  violando  alguno  de  sus mandamientos. Pecar es decirle a Dios “No quiero cumplir tus mandamientos”.  

El pecado es una ofensa hecha a Dios, transgrediendo su ley.   

Es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa  de  un  apego  perverso  a  ciertos  bienes.  Hiere  la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana.  

“Si  el  pecado  es  la  interrupción  de  la  relación  filial  con Dios, entonces pecar no es solamente negar a Dios; pecar es  vivir  como  si  Él  no  existiera,  es  borrarlo  de  la  propia existencia  diaria”  (Exhortación  Apostólica  “Reconciliación  y Penitencia” N°17).  

Se  puede  pecar  de  pensamiento,  palabra,  obra,  omisión  y deseo. El pecado nos aleja de Dios y de los hermanos.  Y  por  la  Reconciliación,  Jesús  quiere  hacernos  nuevamente amigos suyos.  

¿Cuándo tenemos la obligación de confesarnos?  

Tenemos  la  obligación  de  confesar  los  pecados  graves  al menos una vez al año, cuando estamos en peligro de muerte y,  si  quisiéramos  comulgar,  cuando  tenemos  conciencia  de que cometimos un pecado mortal.  Pero es conveniente confesarse con frecuencia, lo ideal sería hacerlo  semanalmente,  aunque  no  haya  pecados  graves.

¿Por qué es conveniente confesarse con frecuencia?  

Es  conveniente  confesarse  con  frecuencia  por  los  frutos  y beneficios  que  este  gran  sacramento  produce  en  nosotros, que son los siguientes:
  • Nos reconcilia con Dios. 
  • Nos  devuelve  la  gracia  santificante  y  nos  perdona  los pecados. 
  • Nos abre las puertas del Cielo. 
  • Nos reconcilia con la Iglesia. 
  • Nos  redime  de  la  pena  eterna  contraída  por  los  pecados mortales (nos cierra las puertas del infierno). 
  • Nos redime, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del pecado. 
  • Nos  devuelve  la  paz,  la  serenidad  de  conciencia  y  el consuelo espiritual. 
  • Nos aumenta la gracia de Dios en nuestras almas y nos da fuerzas para no pecar. 
  • El Espíritu Santo nos comunica sus dones,  en especial el don  de  fortaleza,  de  consejo y  de  sabiduría  para  transitar con más ánimo el camino de la santidad y huir del pecado. 
  • Sentimos  en  nosotros  la  consolación  del  perdón  de  los pecados. 

¿Qué es necesario para hacer una buena Confesión?  

Para hacer una buena confesión es necesario lo siguiente: 

Examen  de  conciencia:  Una  condición  indispensable  es, ante todo, la rectitud y la transparencia de la conciencia del penitente.  Un  hombre  no  se  pone  en  el  camino  de  la penitencia  verdadera  y  genuina,  hasta  que  no  descubre que  el  pecado  contrasta  con  la  norma  ética  inscrita  en  la intimidad  del  propio  ser;  hasta  que  no  admite  que  el pecado  ha  introducido  en  su  conciencia  una  división  que invade todo su ser y lo separa de Dios y de los hermanos (Introducción del Ritual del Sacramento de la Penitencia). 

Dolor de los pecados: La contrición es un dolor del alma y  un  detestar  el  pecado  cometido,  con  propósito  de  no pecar en adelante. En efecto, “al reino de Cristo se puede llegar solamente por la metanoia, es decir, por esta íntima y total transformación y renovación de todo el hombre, de todo su sentir, juzgar y disponer que se lleva a cabo en él a la luz de la santidad y caridad de Dios, santidad y caridad que, en el Hijo, se nos ha manifestado y comunicado con plenitud”  (Introducción  del  Ritual  del  Sacramento  de  la Penitencia). 

Propósito  de  enmienda:  Es  una  firme  determinación  de no volver a pecar y de evitar todo lo que pueda llevarnos a caer  nuevamente  en  el  pecado,  es  decir,  los  malos ambientes, las malas compañías, las malas amistades, etc. El dolor que nos producen nuestras faltas no bastaría si no fuese  acompañado  del  propósito  de  no  volver  a cometerlas. 

Decir  los  pecados  al  confesor:  La  Confesión  es  el examen interior del propio corazón y la acusación externa que  deben  hacerse  a  la  luz  de  la  misericordia  divina.  La confesión,  por  parte  del  penitente,  exige  la  voluntad  de abrir  su  corazón  al  ministro  de  Dios.  La  verdadera conversión, se realiza con la satisfacción por los pecados, el cambio de vida y la reparación de los daños. (…) Así el penitente,  “olvidándose  de  lo  que  queda  atrás”,  se  injerta de nuevo en el misterio de la salvación y se encamina de nuevo hacia los bienes futuros (Introducción del Ritual del Sacramento de la Penitencia). 

Cumplir  la  penitencia  impuesta  por  éste:  Es  rezar  las oraciones  y  hacer  las  buenas  obras  que  nos  mande  el confesor  como  reparación  a  Dios  por  los  pecados confesados.  El  penitente  la  ha  de  cumplir  después  de  la confesión. 

Faltas contra Dios

Si he puesto en duda o he negado alguna verdad de la Fe. 
Si  blasfemé  o  dije  palabras  injuriosas  contra  Dios,  la Santísima Virgen, los Santos y las cosas santas. 
Si  hablé    sin  respeto  de  los  ministros  del  Señor,  de  las ceremonias de la Iglesia o de otras cosas sagradas. 
Si  falté  a  la  confianza  en  relación  a  Dios,  dudando  de  su misericordia. 
Si negué la Palabra de Dios o dudé de ella. 
Si fui supersticioso o consulté hechiceros o adivinos. 
Si me he dirigido a recibir la Sagrada Comunión sin devoción, poco recogimiento o con algún pecado grave no confesado. 
Si he dejado de confesarme cuando era necesario 
Si escondí en confesión algún pecado. 
Si dejé de cumplir en todo o en parte la penitencia impuesta por el confesor, y cuál fue la causa. 
Si falté sin causa justa a la Santa Misa los domingos y fiestas de guardar. 
Si dejé de hacer el bien por vergüenza 

Faltas contra el Prójimo  

Si he sido negligente en rechazar infundados pensamientos de sospecha o juicio temerario. 
Si  participé  a  otros  de  mis  sospechas  infundadas  o  juicios temerarios, faltando así con la caridad.
Si he tenido aversión u odio hacia otros y si no hice esfuerzos para disipar este sentimiento malo. 
Si he juzgado temerariamente a los otros. 
Si  me  he  entretenido,  voluntariamente  o  por  negligencia,  en sentimientos de rencor contra aquellos que me ofendieron. 
Si  tuve  deseos  de  venganza  contra  alguien,  y  si  tomé  la resolución de ponerlos en práctica. 
Si tuve sentimientos de envidia para con el prójimo. 
Si  me  alegré  con  alguna  desgracia  que  le  haya  sucedido  al prójimo. 
Si  en  vez  de  edificarme  con  las  virtudes  del  prójimo,  las  he rebajado. 
Si he deseado algún mal al prójimo. 
Si  rehusé  dar  al  prójimo  alguna  alegría  o  hacerle  algún  bien que estuviese a mi alcance. 
Si  me  he  rehusado  a  pedir  perdón  a  alguien  después  de haberlo ofendido, o reconciliarme con él cuando pidió perdón. 
Si  he  dejado  de  rezar  por  aquellos  que,  a  título  natural  y divino, tienen derecho a mis oraciones.
Si  he  hablado  mal  del  prójimo,  y  por  qué  motivo;  liviandad, envidia o resentimiento, etc. 
Si  he  calumniado  al  prójimo  o  he  exagerado  sus  faltas,  en cosas importantes o leves. 
Si hice algún chisme, perturbando así la buena armonía entre los otros. 
Si he hecho a mi prójimo reprensiones amargas o injustas, si le he dicho palabras ásperas, picantes o injuriosas. 
Si  solo,  o  delante  de  otras  personas,  he  dado  al  prójimo señales de desprecio, si me he burlado de él en su ausencia, y si lo hice aún en su presencia. 
Si di escándalo. 
Si por malos ejemplos, consejos o críticas, desvié a alguien de la práctica de la virtud. 
Si aconsejé a alguien que se vengase o hiciese algún otro mal. 
Si por adulación aprobé el mal que en conciencia sabía no ser bien. 
Si engañé al prójimo, asegurándole que una cosa, en realidad prohibida, era buena o lícita. 
Si llevé al prójimo a practicar acciones obscenas e inmorales. 
Si di mal ejemplo a mi familia en materia moral. 
Si  me  he  apropiado  de  los  bienes  del  prójimo;  si  me  he enriquecido  ilícitamente  a  costa  del  prójimo;  si  he  pagado  el justo salario a los empleados.  

Faltas contra sí mismo  

Si tuve pensamientos de orgullo considerándome más que los otros. 
Si me he rebelado contra las reprensiones merecidas. 
Si  me  he  desvalorado  voluntariamente  en  pensamientos  de vanidad, o en todo lo que puede lisonjear mi amor propio. 
Si  hablé  con  vanidad  de  mi  o  de  mis  merecimientos, verdaderos o supuestos. 
Si  me  he  demorado  voluntariamente  en  pensamientos impuros;  si  leí  con  malicia  alguna  cosa  obscena,  si  miré deliberadamente  cosas  impuras  y  obscenas,  en  revistas, fotografías,  películas,  etc.;  si  di  atención  a  conversaciones inmorales o participé de ellas. 
Si practiqué actos impuros. 
Si  he  sido  muy  apegado  a  mi  propio  juicio,  o  contrarié  con pertinacia los sentimientos del prójimo. 
Si tuve vergüenza de aparecer en público en compañía de mis padres o de personas de condición humilde. 
Si cometí actos de gula, bebiendo o comiendo en exceso. 
Si dejé de cumplir los deberes de mi estado.  

Consejos para hacer una buena Confesión  

El Padre Carlos Cancelado recomienda REZAR para pedir a tu  Santo  Ángel  de  la  Guarda  que  te  ayude  a  recordar  todos tus  pecados,  luego  debes  hacer  tu  EXAMEN  DE CONCIENCIA revisando los MANDAMIENTOS DE DIOS, uno por uno, y si quieres escribirlos para no olvidarlos. 

Debes  tener  verdadero  DOLOR  DE  TUS  PECADOS  y  firme PROPÓSITO DE ENMIENDA, es decir, que luego de conocer y  recordar  tus pecados  debes  no  querer  volverlos  a  cometer jamás. Antes de ir a confesarte debes orar a Dios y pedirle un BUEN  SACERDOTE  QUE  TE  COMPRENDA  Y  TE ACONSEJE BIEN, pedirle a tu Santo Ángel de la Guarda y a San  Miguel  Arcángel  que  te  guíen  en  tu  camino  para encontrar  el  Confesor  que  Dios  quiere,  que  te  protejan  en  el camino y que no permitan que los demonios se interpongan e impidan tu confesión. 

Debes ir primero al SAGRARIO y leerle todos tus pecados a JESÚS,  tal  y  como  se  los  vas  a  decir  al  Sacerdote;  luego debes  ir  al  Confesionario  debes  CONFESAR  TODOS  TUS PECADOS  QUE  HAS  RECORDADO  sin  ocultar  ninguno  ni justificarte,  solo  lee  la  lista  que  has  hecho  y  los  que  hayas olvidado los recordarás ahí mismo.  

Por  último  deberás  cumplir  la  PENITENCIA  que  te  dé  el Sacerdote Confesor y LISTO. Espera la Santa Misa y comulga con  tu  alma  limpia,  sé  constante  y  fuerte  para  no  volver  a pecar.  

Por odio a Dios y al hombre, al que Dios ama, Satanás intentó desfigurar la belleza del plan de la creación, y se empeñó en engañar a los hombres para que no sean ensalzados al lugar de donde cayó él.  

Hoy en día se ha perdido el sentido del pecado, las personas ya  no  saben  lo  que  está  bien  y  lo  que  está  mal  debido  a  la pérdida de valores que predomina en el mundo.   

Por  ello,  es  importante  para  que  puedas  recordar  todos  tus pecados (y enterarte que eso que haces es pecado) que leas estas preguntas a los Diez Mandamientos de Dios y los Cinco Mandamientos de la Iglesia, que te servirán de Guía para una Buena Confesión.  

Es  una  forma  simple  y  efectiva  de  prepararte  para  el  perdón que  el  mismo  Jesús  nos  prodiga  en  el  momento  en  que asistimos  al  Sacramento  de  la  Reconciliación  o  la  Confesión. Limpiemos  nuestra  alma  de  toda  impureza  haciendo  una completa y sincera confesión.   

Debes saber de antemano, que todo lo que atenta contra los Mandamientos de Dios es pecado mortal.  

¿Quién dio estos Mandamientos?  

Estos Mandamientos los dio el mismo Dios en la Ley antigua, por  medio  de  Moisés,  y  Jesucristo  los  confirmó  en  la  Ley nueva (Ex. 20; Dt. 5)  

Primer  Mandamiento  de  Dios:  Amarás  a  Dios  sobre  todas las Cosas.  

¿He  amado  a  Dios  con  todo  mi  corazón  y  sobre  todas  las cosas? 
¿Le doy tiempo a Dios diariamente en oración? 
¿Realmente busco amarle con todo mi corazón? 
¿He rezado con la debida frecuencia? 
¿He  estado  envuelto  en  prácticas  supersticiosas,  satánicas,  de ocultismo o del new age? 
¿He visitado falsos profetas o lectores espirituales, bioenergía o  alguna  bola  de  cristal,  curaciones,  hechizos,  relatores  de fortunas, brujerías, espiritismos o rituales? 
¿He admitido chamanerías, limpiezas o brujerías para mi bien o el perjuicio de otros? 
¿Leo la Palabra de Dios a diario? 
¿Busco  entregarme  a  la  Palabra  de  Dios  como  lo  enseña  la Iglesia? 
¿He recibido la Sagrada Comunión sin haberme confesado y en estado de pecado mortal? 
Al  momento  de  confesarme  
¿He  dicho  deliberadamente alguna mentira o le he omitido algún pecado al sacerdote por vergüenza?
¿He hablado o hecho algo contra la Religión Católica? 
¿Procuro instruirme bien en la Doctrina Católica? 
¿Procuro hacer bien mi trabajo pensando que a Dios no se le debe ofrecer cosas mal hechas?  

Segundo  Mandamiento  de  Dios:  No  tomarás  el  nombre  de Dios en vano.  

¿He usado o jurado el nombre de Dios en vano o falso? 
¿Menciono a Dios ligera o descuidadamente? 
¿He cumplido mis promesas o votos? 
¿He  hablado  palabras  irreverentes  contra  Dios  y  sus  santos, contra la Iglesia y sus sacerdotes?
¿He insultado a una persona consagrada? 
¿He abusado de algún objeto sagrado?
¿He estado enojado con Dios?
¿Le he deseado maldad a alguna persona?  

Tercer Mandamiento de Dios: Santificarás las fiestas  

¿He santificado los domingos y Fiestas de Guardar? 
¿He faltado deliberadamente a la Santa Misa de los Domingos o Fiestas de Guardar? 
¿He participado de la Santa Misa entera y bien, si la hubo en la población en que me encontraba? 
¿He tratado de observar el domingo como un día de la familia y como día de descanso? 
¿Trabajo innecesariamente los domingos? 
¿He  trabajado  o  hago  trabajar  sin  necesidad  en  tiempo considerable? 
¿He guardado ayuno una hora antes de comulgar?  

Cuarto  Mandamiento  de  Dios:  Honrarás  a  Tu  Padre  y  a  Tu Madre  

Hijos: ¿Obedezco a mis padres? 
¿He respetado y tratado con cariño a mis padres y  personas mayores? 
¿He sido dócil a mis maestros y superiores? 
¿He negado a mis padres o algún familiar la asistencia de un sacerdote a la hora de la agonía y muerte? 
¿Me preocupo por mis padres o parientes de edad avanzada o enfermos?  

Padres: ¿He hecho bautizar a mis hijos?   
¿He educado a mis hijos con valores cristianos? 
¿He dado alimentación y vestido a mis hijos? 
¿He corregido a mis hijos con cariño? 
¿He  permitido  que  mis  hijos  formen  una  familia  sin  casarse por la Iglesia? 
¿He  puesto  obstáculos  impidiendo  que  mis  hijos  sigan  la vocación con que Dios les llama a su servicio? 
¿He  dado  a  mis  hijos  mal  ejemplo  abusando  del  alcohol, drogas u otras inmoralidades? 
¿He abandonado mis deberes con mis hijos o se los niego?
¿Trato de traer paz a mi vida familiar? 
¿Le he dado a mi familia buen ejemplo religioso?  

Esposos: ¿He sido fiel? 
¿He sido cariñoso y moral con mi pareja? 
¿He tratado mal a mi pareja? 
¿Me  he  separado  de  mi  pareja  por  algún  tiempo culpablemente? 
¿He abandonado mis deberes con mi esposo (a)?  

Autoridades:  ¿Cumplo  con  la  ley  de  mi  cargo  para  bien  de todos? 
¿Trato y atiendo bien a quienes acuden a mí? 
¿He sido abusivo en el uso de mi cargo?  

Quinto Mandamiento de Dios: No matarás  

¿He hecho daño de palabra o de obra a alguien? 
¿He herido físicamente a alguien? 
¿He sido imprudente al manejar vehículos a motor? 
¿He dañado mi propia vida? 
¿He abusado de las drogas y el alcohol?   El  abuso  de  drogas  o  alcohol  destrozan  la  salud, incapacitan  para  la  vida,  precipitan  la  muerte  prematura, acarrean grandes desgracias a los hijos, deshacen la paz y la prosperidad del hogar, por ello es un grave pecado. 
¿Tengo odio o rencor a alguien?  
¿Me he dejado dominar por la cólera y la ira? 
¿He  abortado?  ¿He  aconsejado  a  alguien  abortar?  ¿He fomentado  el  aborto?  ¿Me  he  quedado  callado  sabiendo  que alguien iba a abortar y no le di consejo? 
¿Uso  algún  método  anticonceptivo?  ¿He  fomentado  y aconsejado  el  uso  de  métodos  anticonceptivos?  ¿Me  he quedado  callado  sabiendo  que  alguien  iba  a  usar  métodos anticonceptivos  y  no  le  di  consejo?  La  industria  farmacéutica miente para vender y no dice que los métodos anticonceptivos son  abortivos,  pues  no  existe  la  manera  de  evitar  con fármacos  la  concepción,  lo  que  existe  es  la  manera  de expulsar el óvulo fecundado, lo cual es un aborto. 
¿Me  he  mutilado  con  algún  tipo  de  esterilización?  ¿He fomentado o aconsejado a otros hacerlo? 
¿He deseado la muerte de otros? 
¿He hablado mal de otras personas, matando su reputación? 
¿He causado algún escándalo haciendo pecar a otros? 
¿He estado enojado o resentido?  
¿He llevado odio en mi corazón?  

Sexto Mandamiento de Dios: No cometerás adulterio  

¿He sido fiel a los votos de mi matrimonio en pensamiento y en acción? ¿Tengo relaciones sexuales fuera de mi matrimonio? ¿Tengo relaciones sexuales con otras personas dentro de mi matrimonio? ¿Comparto las relaciones sexuales con mi pareja con otras personas?
¿Ha estado cada acto sexual de mi matrimonio abierto a la procreación?
¿Me masturbo?
¿Veo pornografía?
¿Respeto a las personas del sexo opuesto o los veo como objetos?
¿He tenido contacto o relaciones sexuales homosexuales?
¿Digo groserías y malas palabras?
¿He visto programas o acciones que fomentan la indecencia?
¿Los he recomendado a otros?
¿Visto con modestia o de manera indecente?
¿Tengo pareja sin estar casada por la Iglesia?
¿He practicado la castidad antes del matrimonio por la Iglesia?
¿He callado el buen consejo sobre sexualidad a mis hijos?
¿Busco ser casto en mis pensamientos, palabras y acciones?


Séptimo Mandamiento de Dios: No robarás

¿He robado lo que no es mío?
¿He tomado dinero ajeno?
¿He regresado o hecho restitución por lo que he robado?
¿Retengo como míos, dinero o bienes que no son propios?
¿He engañado cobrando de más?
¿Retribuyo con justicia el trabajo de los demás y pago los sueldos debidos?
¿Desperdicio el tiempo en el trabajo, en la escuela o en la casa?
¿He malgastado el dinero que debía dar a mi familia?
¿Cumplo con mis deberes como ciudadano?
¿Pago mis deudas prontamente?
¿Doy limosna según mis posibilidades?
¿Comparto con los pobres o personas en desagracia mis bienes?

Octavo Mandamiento de Dios: No levantarás falso testimonios ni mentirás

¿He mentido?
¿He chismoseado?
¿He hablado a espaldas de alguien?
¿He descubierto faltas ocultas de otros sin motivo?
¿He murmurado o criticado?
¿He hecho juicios temerarios?
¿He revelado secretos sin justa causa?
¿He sido sincero en mis negocios con otros?
¿He sido crítico, negativo o falto de caridad en mis pensamientos de los demás?
¿Mantengo secreto lo que debe ser confidencial?

Noveno Mandamiento de Dios: No desearás a la mujer de tu prójimo

¿He consentido pensamientos impuros?
¿He deseado hacer alguna acción impura aunque no haya llegado a realizarla?
¿Me he deleitado advertidamente en pensamientos deshonestos?
¿He causado pensamientos deshonestos con malas lecturas, películas o conversaciones impuras?
¿Busco controlar mi imaginación?
¿Rezo enseguida al sentir las tentaciones o pensamientos impuros para poder rechazarlos o los consiento?

Décimo Mandamiento de Dios: No codiciarás los bienes ajenos.

¿He robado?
¿He deseado o aconsejado a otros a robar bienes ajenos?
¿Siento envidia de otras familias o de las posesiones de otros?
¿Soy ambicioso?
¿Soy egoísta?
¿Son las posesiones materiales el propósito de mi vida?
¿Confío en que Dios cuidará de todas mis necesidades materiales y espirituales?

LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA  

Primer  Mandamiento  de  la  Iglesia:  Oír  la  Santa  Misa  entera los Domingos y Fiestas de precepto. 

 Exige a los fieles participar en la celebración eucarística, en la que se reúne la comunidad cristiana, el día en que conmemora la  Resurrección  del  Señor,  y  en  aquellas  principales  fiestas litúrgicas  que  conmemoran  los  misterios  del  Señor,  la  Virgen María y los santos.  

¿Lo he cumplido? ¿He impedido que otros lo cumplan? ¿He incentivado a mi familia a cumplirlo? ¿Hago  trabajar  a  mis  trabajadores  en  días  Domingo  o  de Fiestas de Guardar?  

Segundo  Mandamiento  de  la  Iglesia:  Confesar  los  pecados mortales al menos una vez al año, y en peligro de muerte, y si se ha de comulgar.

Asegura  la  preparación  para  la  Eucaristía  mediante  la recepción del sacramento de la Reconciliación, que continúa la obra de conversión y de perdón del Bautismo.  

¿Lo he cumplido? ¿He impedido que otros lo cumplan? ¿He incentivado a mi familia a cumplirlo? ¿He  impedido  la  asistencia  de  un  sacerdote  a  familiares  u otras personas en el momento de su agonía o muerte?  ¿He  ocultado  al  sacerdote  pecados  al  momento  de  la confesión?  

Tercer Mandamiento de la Iglesia: Comulgar por Pascua de Resurrección.  

Garantiza un mínimo en la recepción del Cuerpo y la Sangre del Señor en relación con el tiempo de Pascua, origen y centro de la liturgia cristiana.  

¿Lo he cumplido? ¿He impedido que otros lo cumplan? ¿He incentivado a mi familia a cumplirlo?  

Cuarto  Mandamiento  de  la  Iglesia:  Ayunar  y  abstenerse  de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia  

Asegura  los  tiempos  de  ascesis  y  de  penitencia  que  nos preparan  para  las  fiestas  litúrgicas;  contribuyen  a  hacernos adquirir  el  dominio  sobre  nuestros  instintos  y  la  libertad  del corazón.  

¿Lo he cumplido? ¿He impedido que otros lo cumplan? ¿He incentivado a mi familia a cumplirlo?  

Quinto Mandamiento de la Iglesia: Ayudar a la Iglesia en sus necesidades  

Señala la obligación de ayudar, cada uno según su capacidad, a subvenir a las necesidades materiales de la Iglesia.  

¿Lo he cumplido? ¿He impedido que otros lo cumplan? ¿He incentivado a mi familia a cumplirlo? 


Modo de hacer la Confesión

Arrepentido de sus pecados, presentarse al confesor y hacer la señal de la Cruz.  

El sacerdote dirá Ave María Purísima y debes responder: Sin Pecado Concebida Santísima  

Luego preguntará hace cuánto no te confiesas y debes decir: Me confesé hace (tantos días, semanas, meses o años, o nunca  me  he  confesado,  o  no  me  confieso  desde  mi primera Comunión).  

Luego  deberás  decir  todos  los  pecados  que  haya  recordado en el examen de conciencia (puedes leerlos si los has escrito para no olvidarlos), diciendo: Padre, mis pecados son….  

Jamás  callar  algún  pecado  por  vergüenza  o  por  temor;  debe confiar  siempre  en  la  misericordia  de  Dios,  que  es  nuestro Padre y quiere perdonarnos.   

Al  terminar  puedes  agregar:  De  estos  y  también  de  todos los  pecados  de  mi  vida  pasada,  y  olvidados,  me arrepiento de todo corazón; de todos ellos pido perdón a Dios, y a usted Padre, pido la absolución.  

El sacerdote te aconsejará y dirá cuál es tu penitencia, presta atención para cumplirla bien.  

Después  de  oír  con  respeto  y  atención  los  consejos  del confesor, dirígete a un lugar tranquilo en la Iglesia o Capilla y reza el Acto de Contrición (puedes rezar alguno de los que te damos a continuación).    

Acto de Contrición.

I  

Señor  mío  Jesucristo,  Dios  y  hombre  verdadero,  Creador Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y  porque  os  amo  sobre  todas  las  cosas,  me  pesa  de  todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. 

Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más  pecar,  confesarme  y  cumplir  la  penitencia  que  me  fuera impuesta. Amén.  


II

Jesús,  mi  Señor  y  Redentor;  yo  me  arrepiento  de  todos  los pecados  que  he  cometido  hasta  hoy,  y  me  pesa  de  todo corazón  porque  con  ellos  ofendí  a  un  Dios  tan  bueno. Propongo  firmemente  no  volver  a  pecar,  y  confío  que  por  tu infinita  misericordia  me  has  de  conceder  el  perdón  de  mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.                      


Terminamos  esta  GUÍA  PARA  UNA  BUENA  CONFESIÓN con  las  oraciones  recomendadas  para  encomendarte  al patriarca  San  José  a  fin  de  obtener  por  su  intercesión  la Gracias de la Penitencia.  

Puedes  complementar  tu  preparación  para  una  buena Confesión  leyendo  las  Reflexiones  acerca  del  pecado  y  los Mandamientos  de  Dios que anexamos luego de la oración. 


Oración Inicial  

¡Oh Glorioso Patriarca! ¡Cuánto me alegro de la gran dicha y de la gloria que gozáis, por haber sido hecho digno de poder mandar como padre y haceros obedecer de Aquél a quien obedecen los cielos y la tierra! ¡Oh Santo protector mío! Ya que Vos fuisteis servido por todo un Dios, yo también quiero serviros. Os elijo, después de María, por mi abogado y protector y os prometo honraros cada día con algún obsequio particular. Amparadme bajo vuestro manto y mandadme lo que queráis. ¡Oh poderoso abogado mío!, rogad a Jesús por mí, que de seguro no os negará nada de cuanto le pidáis, pues en la tierra hizo todo lo que le mandasteis. Decidle que me perdone las ofensas que le he hecho, decidle que me desprenda de las criaturas y de mí mismo, decidle que me inflame en su santo amor y que haga en mí cuanto sea de su agrado. Y por la asistencia que tuvisteis de Jesús y de María en vuestra muerte, protegedme en la mía, para que, muriendo asistido por Jesús, de María y de Vos, merezca entrar en la Gloria, en donde os bendeciré y en vuestra compañía alabaré y amaré a Dios por toda la eternidad. Amén. 


Consagración a San José  

¡Oh  glorioso  San  José!  Escogido  por  Dios  para  ser  Padre putativo  de  Jesús  y  castísimo  esposo  de  la  siempre  Virgen María y jefe de la Sagrada Familia, y por esto constituido por el  vicario  de  Cristo  celestial  patrono  y  protector  de  la  Iglesia fundada  por  Jesús,  con  la  mayor  confianza    imploro  en  este momento  vuestra  poderosa  ayuda  a  favor  de  la  Iglesia militante. Proteged en especial con un amor verdaderamente paternal  a  Nuestro  Santísimo  Padre  el  Papa,  a  todos  los obispos  y  sacerdotes  en  comunión  con  la  Santa  Sede. Defended  a  todos  los  que  trabajan  en  la  salvación  de  las almas  y  haced  que  los  pueblos  de  la  tierra  dócilmente  se sometan  a  la  Iglesia  única  que  puede  procurar  a  todos  la salvación eterna.  

Dignaos  también,  ¡oh  amadísimo  San  José!,  aceptar  la consagración que os hago de mí mismo. Y me doy a vos y os pido que seáis siempre mi padre, mi protector y mi guía en el camino  de  la  salvación.  Alcanzadme  una  gran  pureza  y  un amor ardiente a la vida interior. Haced que imitándoos a Vos, todas  mis  acciones  se  dirijan  a  la  mayor  gloria  de  Dios  en unión con el Divino Corazón de Jesús, el Inmaculado Corazón de María y con vos. Por último rogad por mí para que pueda participar  de  la  paz  que  vos  mismo  saboreaste  en  vuestra santa muerte. Amén.  


Oración para alcanzar la Gracia de la Penitencia  

¿Qué  ángel  o  qué  santo,  dice  San  Basilio,  ha  merecido  ser llamado padre del hijo de Dios? Sólo San José tiene derecho a  este  título  incomparable.  

¡Oh  glorioso  Patriarca!  Yo venero en  ti  al  elegido  del  Eterno  Padre  para  compartir  con  Él  la autoridad  que  tiene  sobre  su  Hijo.  Te  consagro  mi  corazón. Sed mi amoroso guía en el camino del cielo.  

¡Oh Santo Patriarca! Ya que vuestras súplicas todo lo pueden para  ver  con  el  Corazón  de  Jesús,  alcanzadme  de  la  Divina Misericordia,  el  perdón  de  mis  pecados  y  la  Gracia  de borrarlos con una digna penitencia. Amén.  

Rezar un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.  


Oración Final  

¡Oh  glorioso  San José,  custodio  y  padre  de vírgenes, a  cuya fidelísima  tutela  fueron  confiados  Cristo  Jesús,  la  inocencia misma,  y  María,  Virgen  de  las  Vírgenes!,  por  estas  dos prendas  muy  amadas,  Jesús  y  María,  te  suplico  que  me preserves  de  toda  mancha  impura,  para  que  con  alma inmaculada,  limpieza  de  corazón  y  pureza  de  cuerpo,  sirva castísimamente a Jesús y a María hasta la hora de mi muerte. Amén.  

“Examinarse  a  sí  mismo  significa  recordar  las  cobardías  que hemos  tenido  para  obrar  el  bien  y  evitar  el  mal;  recordar nuestros  descuidos,  negligencias  y  pecados.  Recordar nuestras faltas de fe, de esperanza y de caridad, y recordar si estaremos  pensando  como  simples  criaturas  materialistas  y mundanas. Convertirse  es  buscar  el  perdón  en  el  Sacramento  de  la Confesión  y  allí  tratar  de  obtener  la  fuerza  de  la  gracia sacramental para volver a empezar cada vez nuestra tarea de dominarnos y de ser mejores”.   


Reflexiones acerca del pecado y cómo ofendemos los Diez Mandamientos de Dios. 

Los  mensajes  primarios  del  Padre  Zlatko  Sudac  son  muy simples:  El  amor  tiene  que  ser  la  base  de  todo  lo  que hacemos, y si vivimos en el amor, entonces, vivimos con Dios. Debemos dejarnos morir nosotros por completo, para que Dios pueda llenarnos de Él. Debemos ser personas completamente normales,  con  los  pies  bien  plantados  en  la  tierra,  pero seamos conscientes que mientras vivimos en este mundo, no estamos fuera de Él (de Dios).  Quiero  empezar  con  la  Señal  de  la  Cruz:  En  el  Nombre  del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén  Dejemos  ingresar  honestamente,  la  Bendita  y  Verdadera TRINIDAD DE DIOS en nuestros corazones.  Este es el proyecto a seguir para esta Renovación Espiritual:  ¿De  qué  debo  hablarles?  ¿Qué  cosa  es  importante  para hablarles  acerca  de  eso  el  día  de  hoy?  ¿Cómo  voy  a  hacer destacar este día? Voy  a  hablarles  acerca  de  los  Fundamentos  Básicos  de Nuestra Fe Voy  a  hablarles  acerca  de  Satanás,  acerca  del  Mal  y  voy  a resaltar  otras  importantes  cosas  que  la  gente  difícilmente habla de eso hoy en día  También he notado algo más, en realidad puedo ver personas hablando y ofreciendo “Meditación” a la gente. A la gente que no vive sus vidas en la Fe, ¿Cómo puedo yo liderarlos yo fuera del  peligro?  Hoy  en  día  ustedes  pueden  encontrar “Meditación” y “Ayuda Espiritual” en cada esquina. Existe una desfiguración  de  la  Iglesia  Católica,  comparando  a  la  Iglesia Católica  con  “Ayuda  Espiritual”  y  esas  falsas  tendencias modernas,  es  como  si  quisiéramos  competir  con  ELLA  o superarla  En estos tiempos donde cada uno de ustedes se compite por estos  falsos  ofrecimientos  que  están  alrededor  nuestro, nosotros  no  tenemos  que  competir  con  nadie,  nosotros  no tenemos que probarnos a nosotros mismos.  Nosotros tenemos a Jesucristo, ¡VIVO Y PRESENTE DESDE HACE  2000  AÑOS!  Nosotros  tenemos  los  Sagrados Sacramentos, que nos colocan directamente frente a Nuestro Padre.  Nuestra  Doctrina  Cristiana  y  nuestra  Edificación  es FIRME Y SÓLIDA.  Nosotros  no  tenemos  que  competir  con  nadie,  Nosotros solamente tenemos que vivir la vida que tenemos. Nosotros  solamente  tenemos  que  ser  testigos  de  lo  que somos  Es  por  esto  que  yo  quiero  comenzar  este  día  con  el Sacramento de la Confesión.  ¿Cuál es el beneficio de la lectura de la Biblia y la Meditación si ustedes no han confesado sus pecados?  Las  personas  no  siempre  saben  cómo  hacer  una  buena Confesión  Las  personas  no  tienen  ni  idea  de  qué  es  el Sacramento  de  la  Confesión.  Es  por  eso  que  yo  prefiero comenzar por el principio. Tengo el sentimiento y la impresión que necesitamos empezar desde  el  principio,  desde  el  Antiguo  Testamento,  en  otras palabras, desde los Diez Mandamientos de Dios.  Por  favor  escuchen  muy  cuidadosamente  lo  que  les  voy  a decir.  Escuchen  y  aplíquenlo  en  su  propia  vida,  repásenlo  y cuestiónense ustedes mismos  Esta  es  su  preparación  para  su  propio  Sacramento  de  la Confesión, Confesión que vamos a lograr realizar esta noche. Este es solo un inicio necesario que se completará a futuro y lograr el comienzo de una Confesión razonable. Es necesario que ustedes encuentren su Paz con Dios.  

Empecemos con el Primer Mandamiento de Dios:  Dios dice: Amarás a Dios sobre todas las Cosas  ¿Está realmente Dios en primer lugar en tu vida? Empecemos por aquí. ¿Está realmente Dios en primer lugar EN MI VIDA?  ¿No  tienen  ustedes  el  presentimiento  de  que  nosotros  como CRISTIANOS  nos  hemos  vuelto  muy  TIBIOS?  ¿No  tienen ustedes  ese  presentimiento?  ¿No  tienen  ustedes  el sentimiento de que nos hemos vuelto terriblemente TIBIOS?  Nos hemos vuelto tan indiferentes al grado de que más MAL podemos hacer por TIBIOS que por verdadero odio hacia Dios  Irónicamente,  todo  es  Dios  para  nosotros,  excepto  lo  que verdaderamente es Dios  ¿Dónde  está  Dios  en  tu  vida?  ¿Cuánto  tiempo  ustedes invierten en dedicárselo a Dios?  Sin  mencionar  todo  lo  que  la  gente  hace  para  reemplazar  el vacío de sus propios corazones, o para reemplazar a Dios con aquello que no tienen. Se encuentran visitando toda clase de lugares incorrectos.  Ustedes  tienen  que  estar  alertas,  conscientes,  entender  y observar  todas  las  trampas  tendidas  por  el  Maligno  en  estos días.  Mientras  más  yo  trabajo  con  personas  más  me  doy  cuenta  que  muchos  de  ellos  tienen  problemas  diabólicos.  Con  toda seguridad  ellos  tienen  trabajos  con  el  Maligno,  porque  ellos han visitado falsos profetas o lectores espirituales, bioenergía o  alguna  bola  de  cristal,  curaciones,  hechizos,  relatores  de fortunas,  brujerías,  espiritismos,  rituales  y  otras  cosas  sin sentido.  ¡TODO ESTO SE OPONE A DIOS!  Eso demuestra su CARENCIA DE FE HACIA DIOS  

Pregúntense  ustedes  mismos  si  Nuestro  Señor  Jesucristo  es verdadero  Salvador  nuestro  en  sus  corazones,  quien  nos  dio vida eterna.  Pregúntense  ustedes  mismos  ¿Realmente  entiendo  que JESUCRISTO es MI SALVADOR? ¿Es JESUCRISTO realmente mi Salvador? ¿REALMENTE EL SIGNIFICA TODO PARA MI? Pregúntense  ustedes  mismos,  ¿Puedo  yo  en  confidencia decir:   Cristo  Yo  realmente  TE  SIENTO,  y  yo  estoy  respirando  y moviéndome contigo  ¿Está realmente DIOS en primer lugar en mi vida?  Vayamos un poquito más profundo.  Veamos,  qué  es  eso,  que  ha  cambiado  en  tu  vida,  y  ha reemplazado a Dios con otros dioses en sus vidas: ideologías, política,  ambiciones,  dinero,  carrera,  éxito,  reputación,  poder, obsesión, jefaturas, gente, tradiciones, rituales…   ¿Qué  más?  Su  propio  silencioso  deseo  de  convertirse  en alguien o algo.  Inclusive si son notoriamente anti sagrados, ESTOS SON LOS “DIOSES” DE SUS VIDAS  Deben entender, ENTENDER QUE USTEDES NO SON NADA  Y entonces, ustedes entenderán ¡QUE DIOS LO ES TODO!  Les digo en repetidas ocasiones, yo también me siento como cotorro, repitiéndome a mí mismo:  ¡SU  LUGAR  EN  EL  PARAÍSO  ESTÁ  ESPERANDO  POR USTEDES!  Ustedes  no  pueden  ganarlo,  y  es  por  eso  les  digo:  rechacen estos acercamientos al Maligno y esta forma de vida.  Nada de lo que ustedes hagan, incluso si ustedes sacrifican su cuerpo o si ustedes venden sus casas, no pueden ganárselo.

Simplemente  porque  Dios  ya  les  dio  a  ustedes  ese  regalo, ¡SU ETERNIDAD ES UN REGALO!  Porque SU MISERICORDIA le ha sido dada a ustedes  Porque Dios está en sus corazones  Porque  ÉL  ya  hizo  el  trabajo  en  ustedes  hace  2000  años atrás,  cuando  EL  dio  a  SU  UNICO  HIJO  para  salvarlos  a ustedes.  Ustedes  no  tienen  que  agregarle  nada  a  SU  CUERPO  para salvarse,  lo  único  que  ustedes  tienen  que  hacer  es  ABRIR SUS  CORAZONES  Y  CONFESARSE  A  USTEDES  MISMOS QUE USTEDES SON “CERO” (NADA) ANTE DIOS  Que ustedes son sangre debajo de piel  Que sin Dios ustedes no mueven un solo paso en sus vidas  Acepten que SON NADA y abran sus corazones a Dios  

Esta  es  su  mejor  oportunidad,  confiésenle  a  Dios  lo  que realmente  son:  PECADORES,  SERES  IMPERFECTOS,  y humildemente suplíquenle SU PERDÓN.  Esto es lo básico, aquí es donde ustedes deben empezar, este es el comienzo.  Es  por  eso  que  yo  les  digo,  piensen  acerca  del  Primer Mandamiento de Dios.  ¿Qué  son  esos  otros  “dioses”,  que  ustedes  tienen  en  sus vidas, mejores que EL VERDADERO DIOS?  Ustedes  saben  que  algunas  personas  están  atadas  a  su propio bienestar, y entonces su propio bienestar se transforma en su Dios.  Si  pues,  ellos  se  atan  a  muchos  diferentes  tipos  de comodidades y sus comodidades se transforman en su Dios.  Ellos crean “dioses” a su propia imagen  ¿Por  qué  rechazan  a  Jesucristo?  ¿Por  qué?  Porque  han creado su propia imagen de Dios que no encaja en la imagen de Jesucristo que es el Dios verdadero.  Todos  nosotros  cargamos,  de  manera  consciente  o inconsciente, todo tipo de divinidades en nuestras cabezas  Si  señores  nosotros  hacemos  eso,  es  por  eso  que  nosotros PERDEMOS AL VERDADERO DIOS  Solamente  ustedes  saben  todo  lo  que  han  hechos  de  sus vidas y qué tan ocupados han estado, y cómo ustedes mismo rompen ese misericordioso contacto con su Dios. ¿Cuáles  son  esos  otros  “dioses”  que  ustedes  tienen  en  sus vidas y que no son EL VERDADERO DIOS?  ESO  ES  LO  QUE  USTEDES  DEBEN  CONFESAR  HOY  Y ENTENDER REALMENTE  

El Segundo Mandamiento de Dios: No tomarás el nombre de Dios en vano.  ¿Saben?  Nuestra  nación  es  una  maldita  nación.  Están maldiciendo, condenando, jurando, Es increíble cómo la gente maldice y se burlan, incluyendo la blasfemia  contra  la  Madre  de  Dios,  contra  el  Nacimiento, contra  Jesucristo,  Su  sangre,  los  Santos,  los  Sacramentos, Dios…  Incluso  contra  sus  propias  vidas,  algunos  se  maldicen  a  sí mismos.  Somos malditos, descarriados y desagradables, pero agitamos banderitas cuando el Papa nos visita.  Es  una  desgracia  como  la  gente  abusa  de  “sus  madres”  con sus propias lenguas  Están encadenándose todos ustedes con frases que maldicen  Maldecimos al Santo Cielo, pisoteándolo   Pero después venimos a escuchar la Santa Misa del Domingo, sí  lo  hacemos,  porque  somos  “cristianos”,  somos  “romanos católicos”  El  Segundo  Mandamiento  de  Dios  dice:  No  tomarás  el nombre de Dios en vano  No dice: No maldigas a tu Dios o no jures  Lo que dice es: Ni siquiera menciones SU NOMBRE en vano (por gusto)  A  menos  que  sea  mediante  una  oración  o  con  temor reverencial  Pregúntense,  ¿Cuántas  veces  han  ustedes  mencionado  SU NOMBRE en vano? (Oh por Dios – Oh my God)  ¿Y cuántas veces han maldecido?  

Saben una cosa, ustedes no tienen que ser extremadamente sabios o buenitos o lo que la gente pretende ser en estos días  Este es solo el comienzo, aquí es donde recién comenzamos Este es solo un ejercicio espiritual  ¿Cuál  es  el  punto  de  predicar  acerca  de  otras  cosas  si nosotros no comprendemos esto primero?  Si recién estamos en la teología del Antiguo Testamento  Si  el  30%  de  ustedes  maldice  y  jura  por  Dios,  ¿Cómo  va  a progresar esta comunidad espiritual?  El  Tercer  Mandamiento  de  Dios:  Santificarás  las  Fiestas (Recordar Guardar el Día del Señor)  ¿Son  realmente  conscientes  de  la  grandeza  del  Día  del Señor?  Esto  no  es  para  nuestros  sacerdotes,  que  nosotros  tenemos Iglesias llenas de gente  Esto  no  es  para  nosotros,  ¡NO  ES  PARA  NOSOTROS  EN ABSOLUTO!  ¿No entienden que ESTE DÍA es para sus familias?  ¿Qué  es  SOLO  UN  DÍA  en  este  mundo  enfermo  en  que vivimos?  Para  que  puedan  venir  con  sus  hijos  y  sentarse  todos  en  la misma mesa  Este es un momento, un sagrado momento, en el que ustedes pueden compartir con ellos un rato  Que pueden regresar a sus casas después de la Santa Misa y compartir este precioso momento En el que pueden preguntarles a sus hijos como le fue en su primera semana de colegio  En  el  que  pueden  conversar  con  otros,  si,  pueden comunicarse  con  otros

En el que pueden comportarse como seres humanos después de todo  Que este día es para ustedes, este precioso momento  Por ustedes y por la paz de sus familias  Por su felicidad y para su bendición  ¿En qué gastan su domingo cuando se quedan en sus casas?  Hay otra cosa que me preocupa cuando nuestros sacerdotes atienden la Santa Misa  El  esposo  canta  en  el  coro,  la  esposa  esta  en  otro  lugar,  la madre está aquí, los niños están por allá, el hijo está arriba, ¿y después de la Santa Misa?  Ustedes  no  se  van  a  casa  juntos,  no,  ustedes  no  almuerzan unidos, no, porque el esposo está en el trabajo, la esposa está tomando un café con una amiga, los niños están solos,  ¡NO!, NO ES EL DIA DEL SEÑOR PARA ELLOS, NO LO ES  Jesús, Cristiandad, Fe es algo que realmente tiene que estar PRESENTE Y ACTIVO EN SUS VIDAS  El  privilegio  no  está  entre  estas  cuatro  paredes,  está  en  sus vidas  Cuando están en sus camas, a la mesa, con sus familias, en el trabajo, ¡ESO ES CRISTIANDAD!, ESA FORMA DE VIDA  No es suficiente estar aquí presentes hoy y hacer una especie de renovación  ¡ENTIENDAN LO QUE SE LES ESTÁ DICIENDO!  ¡LES ESTOY DICIENDO ESTO POR SUS FAMILIAS! Por  su  paternidad,  por  su  maternidad,  por  usted,  por  ese poquito de Paz  Y  ustedes  ofenden,  y  ustedes  violan  esta  ley  tantas  veces. Todos nosotros y yo, junto con ustedes, cada uno de nosotros, 

tantas  veces,  porque  no  comprendemos  lo  que  Dios  quiso para nosotros y lo mucho que significa eso para nosotros  El Cuarto Mandamiento de Dios: Honrarás a Tu Padre y a Tu Madre, para que tus días transcurran en la tierra que el Señor tu Dios te obsequia  Esto  es  lo  que  yo  veo  en  estos  locos  tiempo  que  nos  ha tocado vivir  Hoy en día los niños no crecen dentro de una familia. Ellos no pueden ver a nadie muriéndose dentro de sus familias. Hoy  en  día  el  misterio  del  nacer  y  el  morir  están  separados. Separados de la idea de familia  Hoy los ancianos mueren en hospitales, asilos o en cualquier otro lugar que brinde estos cuidados y facilidades Es muy inusual para alguien morir en casa, muy inusual  Sin dejar de mencionar lo difícil que es que alguien nazca en casa  Yo no estoy diciendo que debemos retroceder en el tiempo y que las mujeres tengan a sus hijos en sus casas  No, claro que no. Lo que estoy diciendo es por otras razones.  Si tus hijos no ven como sus abuelos envejecen  Y si tus hijos no ven como tú, siendo su padre, no respetas a tus mayores  Si tus hijos no ven como tú veneras a tus padres  Aunque ellos estén seniles y viejos, son tu padre y tu madre  Si tus hijos no experimentan ese tipo de trato  No esperes, no esperes que tu hijo te haga lo mismo a ti  Espera algo peor, mucho peor  Incluso  si  tú  sientes  que  tus padres  son  una  carga y  ellos  te incomodan,  no  esperes  bendiciones

Aunque ellos te dejen cientos de miles de dólares y cientos de miles de casas, no esperes bendiciones  Si tú no respetas a tu padre y a tu madre estás rompiendo la más básica, moral, humana y divina ley de la vida  Sí, porque tú estás faltándote el respeto a ti mismo, a la gente que te dio la vida  A Dios quien se sirvió de ellos para darte a ti la vida y un alma eterna  Estás rompiendo la ley principal de la vida  Si eres incapaz de cumplir este mandamiento con tu corazón y tu mente  No esperes bendiciones, NO ESPERES…  El Quinto Mandamiento de Dios: No Matarás  Nosotros  pensamos  que  esas  son  cosas  del  pasado: asesinatos,  Que nosotros estamos ahora en un nuevo milenio  ¿Pero  saben  ustedes?  La  vida  humana  nunca  fue  más perjudicada que en nuestros tiempos  Y quien sabe si no lo será aún más en el futuro  Lo único que nos queda es suplicar la Misericordia de Dios  Este siglo recuerda solamente dos guerras mundiales, pero la verdad es  Que no ha existido la Paz en la Tierra ni por un minuto  Ni  por  un  minuto,  en  este  mismo  segundo,  ahora,  mientras estamos  aquí,  miles  de  personas  están  siendo  asesinadas alrededor del mundo  No solo con cuchillos, pistolas y bombas, sino con el uso de nuestros  propios  ÚTEROS

SI, USTEDES ESTAN MATANDO  Quien decide abortar, me gustaría decirle a él al igual que a su pareja   Ustedes no solo planifican una sola vida, ustedes planifican los hijos  de  sus  hijos,  y  los  hijos  de  los  hijos  de  sus  hijos,  y  los hijos de los hijos de los hijos de sus hijos  ¡USTEDES LE DICEN “ALTO” AL PLAN DE DIOS!  Porque ustedes le impiden a alguien venir a la vida  A través de ese ser ustedes le prohíben a miles de personas venir al mundo  Quién sabe cuánto tiempo más vamos a vivir en esta Tierra  Y quién sabe si ustedes tuvieron 2, 3 o más abortos  ¿Cuántos más miles de personas ustedes han matado?  No  solo  matamos,  sino  que  también  matamos  disfrutándolo, con odio  No hay nada peor que el odio entre católicos  No hay nada peor que odiar con esa cínica sonrisa en el rostro  También está el asesinato entre hermanos y hermanas Ustedes  escuchan  acerca  del  avance  del  mal  entre  las personas y las naciones  Ustedes  limitan  las  bendiciones,  ustedes  matan,  y  matan conscientemente  Y no hablemos de las drogas y el alcohol  ¡NO MATEN CRISTIANOS!, ¡NO MATEN!  

El Sexto Mandamiento de Dios: No cometerás adulterio  ¿Saben  una  cosa?  Yo  estoy  convencido  desde  que  soy sacerdote  que  las  personas  se  avergüenzan  de  conversar acerca de estas cosas  ¿Cómo van a decirle estas cosas a un sacerdote?  Los jóvenes nunca se confiesan hoy en día ¿Por qué?  Porque los jóvenes no se dan cuenta que lo que hacen es un pecado ¿Qué cosa?  No practicar castidad antes del matrimonio  Y a los casados… no todo les está permitido  Ustedes  están  siendo  llamados  a  tener  relaciones  sexuales limpias  Si,  relaciones  sexuales  antes  del  matrimonio  es  pecado ¿Nadie se los dijo? ¿No sabían eso?  ¡Masturbación es pecado!, ¡Desperdiciar su semen es pecado!  La Confesión no es solo acerca de un pecado específico  Observen  en  lo  profundo  de  sus  corazones  ¿Por  qué  están ustedes haciendo estas cosas?  Es  por  VACIO  que  lo  hacen.  Existe  un  INMENSO  VACIO  en sus corazones  ¿Dónde  está  Dios  en  sus  corazones?  No  tienen  amor,  no tienen  respeto,  no  tienen  verdaderas  relaciones  con  otras personas  No  tienen  amistades  verdaderas  ¿Dónde  están  las emociones?  Observen  de  cuanto  amor  verdadero  se  están perdiendo  Amor, cariño de verdad, honesto, sentimientos, amor con Dios  

Ahora  ya  saben  que  eso  es  pecado,  ahora  ya  saben  que deben confesar  La sociedad moderna les dice que son muy anticuados  Que eres retrasado si tú no tienes relaciones sexuales antes del matrimonio  Si no tienes experiencia, si  Ustedes no  pueden  encontrar  una  sola  película  donde  no se vea desnudez, no existe  Ustedes no van a encontrar una sola revista o periódico donde ustedes no vean una persona desnuda  Hoy en día la desnudez y la pornografía está en cada esquina  Se ha convertido en algo completamente normal  El Séptimo Mandamiento de Dios: No robarás  Si país de ladrones, ¿Qué más puedo yo decirles?, no roben  E imaginen: nuestra religión tiene cientos de años, no roben  ¡NO ROBEN!  Esta  es  su  reforma  espiritual,  decidan  cambiar  su  vida  y vuélvanse personas honestas  Honestos en sus familias y en sus trabajos  Y  ni  se  les  ocurra  volver  siquiera  a  pensar  en  robarse  un tornillo ni nada  Vivan honestamente ¿Acaso les da vergüenza ser honestos?  Si, hoy en día da vergüenza ser honesto  Cualquier  persona  honesta  es  estúpida  y  quien  roba  es exitoso  

Si, y su camino lo tiene claro para alcanzar lo más alto de la escena política  Si, ser honesto en estos días es motivo de vergüenza  Nosotros nos traemos abajo todo  Todo es pervertido, estamos viviendo equivocadamente,  Nosotros  nos  vemos  y  creemos  que  somos  perfectos, podemos arreglar nuestras casas  Y  maquillar  nuestros  rostros  para  ponernos  bonitos,  pero por dentro somos como sepulcros putrefactos  No  roben,  mantengan  este  mensaje  muy  cerca  de  sus corazones  Y piensen “prefiero cortar mi mano” antes de robarle a alguien  ¿Cómo  vamos  a  construir  un  nuevo  milenio  cuando  nadie confía en nadie?  Empezando por sus propias familias. Yo escucho de diferentes padres  Que  ellos  dejan  dinero  apropósito  en  lugares  visibles  para probar y ver  Si sus propios hijos, al ver el dinero, lo roban o no  ¿En qué nos estamos convirtiendo?  Y si el hijo toma el dinero de seguro está consumiendo drogas, porque no trabaja  Nosotros robamos en cada esquina, nosotros robamos,  Y eso que sólo estamos hablando de robar cosas materiales  Ni hablemos del robo espiritual  Cuando  nosotros  robamos  la  reputación  de  una  persona, cuando  nosotros  robamos  el  esfuerzo  de  otros.

Algunas  personas  venderían  a  su  propia  madre  si  solo pudieran alcanzar cierta posición  Este tipo de personas piensa: “Arrebato, robo, mato… siempre y cuando yo esté bien”  

El  Octavo  Mandamiento  de  Dios:  No  levantarás  falso testimonios ni mentirás  Acá es en donde TODOS FALLAMOS. ¡TODOS!  ¿Saben  una  cosa?  Ustedes  pueden  todavía  decir  que  esas cosas pasan cuando están mintiendo haciéndose los tontos a ustedes mismos, pero cuando están mintiendo de una manera que ustedes causan daño a otras personas  Aflíjanse si ustedes no reaccionan pronto  Cuando  mientes  de  tal  manera  que  retrocedes  aún  más, difamando y afectando el futuro de esa persona  Probablemente has sido testigo de otros acontecimientos  Las  pequeñas  áreas  rurales  son  ejemplos  perfectos  de  este tipo de cosas  ¿Ustedes  se  imaginan?  “Estoy  aburrido,  vamos  a  difamar  a alguien solo por diversión”  Porque  tú  escuchaste  algo  y  le  añadiste  algo  más  a  esa historia y cuando llega a la persona final ya se convirtió en una tremenda mentira, y esa pobre persona tiene que vivir su vida así, y nadie le dice nada en su cara  Incluso cuando ustedes lo conocen ninguno se le acerca y le advierte de ello ¿Por qué?  Porque  tienen  miedo  y  están  asustados  de  que  esa  persona se ofenda y los culpe a ustedes por todo aquello  Nosotros mentimos, fingimos, trastocamos la palabra  Y  ustedes  permiten  que  esa  persona  viva  su  vida  en  una ilusión, cuando la realidad es otra 

¿Lo están ayudando realmente?  E  incluso  quizás  ustedes  rezan  juntos,  pero  ustedes  no  se acercan a esa persona para decirle la verdad “sabes una cosa se está diciendo esto y aquello de ti” No  lo  hacen,  porque  a  ustedes  solo  les  interesa  su  propia reputación,  porque  a  ustedes  solo  les  importan  ustedes mismos y su propio bienestar  Y  ESE  ES  EL  MOTIVO  POR  EL  CUAL  USTEDES  SON ESCLAVOS DEL HOMBRE HOY EN DIA  Y esclavos de su entorno social  ¡NADIE DICE LA VERDAD NUNCA JAMAS! ¡NADIE!  Todos nosotros mentimos y fingimos, porque tenemos miedo de nuestra propia sombra  Pero eso no es Cristiandad  Tomen  un  ejemplo  de  la  Santa  Biblia:  “Si  mi  hermano  peca contra ti, ve y enséñale su falta, si no te escucha, ve con otros dos testigos, y si rehúsa escucharlos, suplica a la Iglesia”  Y  Nosotros,  nosotros  nos  dirigimos  a  todos  los  que  están alrededor  de  esa  persona  y  comúnmente  esa  persona  es  la última que se entera de las cosas.  Yo lo sé por la experiencia de los padres que tienen hijos que consumen  drogas.  Ellos  son  los  últimos  que  lo  descubren. Vecinos,  amigos,  familiares,  hermanos,  hermanas,  todos  los ven tomando drogas pero guardan silencio. Y  cuando  ellos  se  convierten  en  adictos  a  las  drogas,  ni siquiera ahí se lo dicen a los padres  Porque  su  propia  reputación  es  más  importante  que  esos muchachos  ¿Todavía continuamos diciendo que nosotros no mentimos en la vida?  Hay  mentira  en  cada  esquina  y  hoy  en  día  no  hay  un  solo periódico donde ustedes lean algo cierto 

Eso no existe, son mentiras fabricadas  Y  TODOS  NOSOTROS  SABEMOS  QUIÉN  ES  EL  “PADRE DE LA MENTIRA”  Les diré más acerca de esto mañana, escuchen atentamente lo que les digo.  El Noveno Mandamiento de Dios: No desearás a la mujer de tu prójimo  Hoy en día es “moderno” tener amantes o prostitutas  Ni  siquiera  desees,  no  te  atrevas  ni  siquiera  a  mirar,  no rebajes tu corazón a desear a la mujer de otro hombre  Y  ni  mencionemos  aquello  que  tú  deseas  hacerle  a  esa persona  ¿Cuántos  matrimonios  despedazados  terminan  en  divorcio? ¿Cuántos? Demasiados  Esa  es  la  imagen  moderna,  es  genial  tener  una  prostituta  o una amante. Recién cuando la tienes eres “moderno”, estás en “onda”;  es  decir,  tú  tienes  una  esposa  en  tu  casa  que  te cocina, lava y plancha, y tienes una amante fuera de tu casa y “si yo me puedo permitir tener una mi esposa también puede tener un amante”  ¡ESA ES LA ÚLTIMA TENDENCIA!  El  Décimo  Mandamiento  de  Dios:  No  codiciarás  los  bienes ajenos  Imagínense,  Dios  acaba  de  decirnos  NO  ROBARÁS  y después nos dice y nos repite NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS  No desees, ni siquiera pienses en desear, que ni siquiera se te ocurra ¿Por qué?  ¿Por  qué  Dios  trabaja  en  estos  dos  mandamientos  para  que nosotros tengamos mentes puras?  

¿Por  qué?  Porque  cada  maldad  empieza  por  aquí, pensamientos que ocurren en tu mente  Después ustedes comienzan a excavar más profundo en esa mugre y entonces comienzan a desear, y después ese deseo se instala en sus corazones y después de todo esto, ustedes lo hacen  Siempre  comienza  con  un  pensamiento  que  sucede  en  tu mente, siempre viene de tu mente  Es por eso que ustedes deben controlar sus pensamientos  La mejor advertencia que yo les puedo dar a ustedes  MENTES  LIMPIAS,  BOCAS  CERRADAS  Y  CORAZONES PUROS  Es  mi  mejor  advertencia,  tengan  mentes  limpias,  corazones puros y guarden silencio para que puedan escuchar la Palabra de Dios en silencio. Esa es mi advertencia  Estos son los Diez Mandamientos de Dios  Y así es como Jesucristo nos revela la ley del amor, a través de los Diez Mandamientos del Padre  Amen a Dios con todo su corazón, su alma, su ser y su mente, con  todo  su  poder  y  con  todo  su  aliento,  con  todo  lo  que ustedes  son  para  ser  capaces  de  lograrlo,  ustedes  deben hacer esto primero hay una condición, Su Confesión  ¿Qué más debería decirles? ¿Qué más les puedo yo decir?  Si nosotros mismos no cumplimos esta condición primero.  Cada  uno está  mirando  por  los  frutos  y  misterios  del  Espíritu Santo como si éste no fuera suficiente misterio, mostrándonos y haciéndonos testigos de la Palabra de Dios  El misterio de los Sacramentos y el misterio de lo sagrado  Esta es una gran prueba, mis hijos Cristianos  

Y eso (la Confesión) los completará  Que  ustedes  están  queriendo  hacerlo  todo  en  el  nombre  de Dios  para  llegar  más  alto,  para  sanar  a  las  personas,  para brillar con el espíritu santo, para morir por Dios si es necesario  Entonces  ustedes  recién  estarán  viviendo  en  la  segunda dimensión, digamos tercera dimensión  Por  ahora  reflexionen  acerca  de  esto,  esto  solo  ha  sido  una introducción. Esta es su advertencia  Ahora  discutamos  acerca  de  los  detalles  acerca  del Sacramento de la Confesión  Primero:  El  Sacramento  de  la  Confesión  no  es  una conversación espiritual, en el que tú vienes aquí a conversar un  rato,  no  tú  debes  venir  a  confesarte  cuando  tú  hayas reflexionado acerca de tus pecados.   ¡Tú  sabes,  y  todos  nosotros  sabemos  que  nosotros  estamos cargando  y  sabemos  cuánta  cantidad  de  mugre  estamos cargando!  Entonces ven a confesarte y di: “Esto, esto, esto y aquello” Y después el sacerdote te dará una advertencia, y te aconsejará algo  únicamente  para  tu  propio  bien.    Después  te  dará  la absolución y tú te sentirás agradecido y ESO ES TODO.  Este es el Sacramento de la Confesión, principalmente, no es una conversación espiritual  Segundo:  No  interesa  qué  sacerdote  te  confiesa,  todos  son iguales.  Algunos  dicen,  este  es  más  o  menos  psicólogo.  El sacerdote  está  aquí  para  ti  y  para  Dios.  El  sacerdote  no  es importante  en  absoluto.  Pero  tú  eres  importante,  tu  corazón abierto  Y  TU  FE  EN  DIOS,  ESO  ES  LO  VERDADERAMENTE IMPORTANTE.  Tercero y muy importante para todos: Sean honestos en su Confesión  

¿Acaso  no  es  para  su  propio  interés  Confesarse honestamente? ¿Saben una cosa? Hay gente que sólo viene a Confesarse cuando otros también vienen porque es Navidad y ahora todos quieren confesarse y después confiesan lo que no hicieron  y  no  lo  que  si  pecaron.  Las  personas  sienten vergüenza de admitir que son pecadores, discúlpenme, pero si ustedes  piensan  que  no  son  pecadores,  de  seguro  que  de lejos SI LO SON, Y POR MUCHO porque mientras más santo se  es  más  cerca  se  está  de  Dios,  pero  mientras  más  mugre cargamos  más  divinos  decimos  que  somos,  más  pecadores somos todos  Por ejemplo: VIDRIO SUCIO, límpialo y levántalo y mira si en verdad está limpio. Si, parece limpio, pero si lo miras más de cerca  a  la  luz  de  una  bombilla  ustedes  encontrarán  la suciedad.  Límpialo  otra  vez  y  ponlo  ahora  a  la  luz  del  sol  y verás  que  tan  sucio  sigue  aún.  Mientras  más  cerca  estamos de Dios, podemos ver más mugre en nuestra alma.   Para  aquellos  que  creen  que  son  menos  pecadores,  incluso que vienen a rezar a la Iglesia.  A veces yo siento escuchar a alguien  preguntarles  ¿para  qué  viniste  hoy?  ¿Tú  vienes  a decirme  que  tú no  tienes  pecados?  Vete entonces, a  ti  no  te hace falta la Confesión   Por eso: Sean honestos en su Confesión. No se subestimen a ustedes  mismos  exagerando  algunos  de  sus  pecados  pero honestamente, objetivamente, claramente digan: “Yo hice esto y esto y aquellos y lo lamento”  Repítanlo  es  muy  importante:  “Lo  lamento,  si,  lo  lamento”. “Porque  lo  que  ustedes  le  hicieron  al  más  pequeño  de  mis hermanos, me lo hicieron a mi”  Cada  chisme,  cada  odio,  cada  maldad  que  ustedes  hicieron contra cualquier persona ustedes se la hicieron a Dios.   Eso es todo. Este fue el programa para hoy por esta noche  Háganlo con el Espíritu Santo, honestamente, verdaderamente  Llora  si  tienes  que  llorar,  llora,  échalo  todo  afuera  de  tu sistema.  Deja  que  tus  lágrimas  y  tus  penas  caigan  juntas. Amén 



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Que Dios les conceda, a través del Arcángel San Miguel, las Gracias que necesiten.

Que Dios les conceda a todos la Gracia de una verdadera conversión y una sincera confesión.

Karla Rouillon Gallangos

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